Terapia de ventosas: la guía definitiva para aplicar ventosas

Terapia de ventosas: la guía definitiva para aplicar ventosas

La terapia de ventosas es una técnica milenaria que se basa en la aplicación de unas copas o recipientes sobre la piel, creando un efecto de vacío que succiona la superficie cutánea y parte del tejido muscular. Su objetivo es mejorar la circulación sanguínea, liberar toxinas, relajar los músculos y aliviar el dolor.

En este artículo te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre la terapia de ventosas: qué son, para qué sirven, cómo se utilizan, qué tipos existen, qué beneficios y riesgos tiene y cómo puedes aplicarlas correctamente. Además, te responderemos a algunas de las preguntas más frecuentes sobre esta práctica y te daremos algunos consejos para aprovechar al máximo sus efectos.

¿Qué son las ventosas?

Las ventosas son unos recipientes que pueden estar hechos de diferentes materiales, como vidrio, plástico, bambú o silicona. Se colocan sobre la piel, generalmente en la espalda, el cuello, los hombros o las piernas, y se hace el vacío en su interior, ya sea mediante calor, una bomba manual o una válvula. De esta forma, se produce una succión que eleva la piel y parte del músculo dentro de la ventosa.

La terapia de ventosas se basa en los principios de la medicina tradicional china, que considera que el cuerpo tiene unos canales por donde circula la energía vital o qi. Cuando estos canales se bloquean por algún motivo, se produce un desequilibrio que puede causar enfermedades o dolores. La terapia de ventosas pretende restaurar el flujo de energía y eliminar los obstáculos que lo impiden.

¿Para qué sirven las ventosas?

Las ventosas tienen varios efectos sobre el organismo que pueden ser beneficiosos para la salud y el bienestar. Algunos de ellos son:

  • Mejoran la circulación sanguínea: al succionar la piel y el músculo, se estimula el flujo de sangre en la zona tratada, lo que favorece el aporte de oxígeno y nutrientes a los tejidos y la eliminación de desechos metabólicos.
  • Relajan los músculos: al estirar y distender las fibras musculares, se reduce la tensión y la rigidez que pueden causar contracturas, espasmos o calambres. Además, se liberan endorfinas, que son sustancias analgésicas y relajantes naturales.
  • Alivian el dolor: al mejorar la circulación y relajar los músculos, se disminuye la inflamación y la presión sobre los nervios que pueden provocar dolor. También se modula la percepción del dolor a nivel cerebral por el efecto de las endorfinas.
  • Estimulan el sistema inmunológico: al aumentar el flujo sanguíneo, se facilita el transporte de células y moléculas del sistema inmune por todo el cuerpo, lo que mejora la defensa contra agentes infecciosos o patógenos.
  • Equilibran el sistema nervioso: al actuar sobre los receptores cutáneos y musculares, se envían señales al sistema nervioso central que pueden regular el estado de ánimo, el estrés, la ansiedad o el sueño.

¿Cómo se utilizan las ventosas?

La terapia de ventosas se puede realizar de diferentes formas según el tipo de ventosa que se utilice y el objetivo que se persiga. Las formas más comunes son:

  • Ventosa fija: consiste en colocar una o varias ventosas sobre la piel y dejarlas actuar durante unos minutos (entre 5 y 15) sin moverlas. Se suele aplicar en puntos específicos relacionados con los meridianos energéticos o con zonas doloridas o contracturadas.
  • Ventosa móvil: consiste en aplicar aceite o crema sobre la piel y deslizar una ventosa por toda la superficie a tratar, realizando un masaje con succión. Se suele utilizar para tratar zonas amplias o con celulitis.
  • Ventosa intermitente: consiste en colocar una ventosa sobre la piel y alternar momentos de succión con momentos de liberación. Se suele hacer con una bomba manual o una válvula que permite regular la presión. Se utiliza para estimular la circulación y el drenaje linfático.
  • Ventosa sangrante: consiste en hacer una pequeña incisión o punción en la piel con una aguja o una lanceta y luego aplicar una ventosa sobre la herida para extraer sangre. Se suele hacer en casos de estancamiento de sangre o toxinas que se manifiestan con moratones, inflamación o dolor intenso.

La aplicación de ventosas debe ser realizada por un profesional con experiencia, como un masajista especializado en esta técnica. Aquí hay un resumen de los pasos típicos que se siguen en una sesión de terapia de ventosas:

1. Preparación del Paciente

Antes de comenzar la terapia de ventosas, es esencial preparar al paciente. Esto implica asegurarse de que la piel esté limpia y libre de aceites o lociones. Además, el paciente debe estar relajado y cómodo.

2. Selección de las Copas y Creación del Vacío

El terapeuta seleccionará las copas adecuadas para el tratamiento. Estas copas pueden ser de diferentes tamaños y materiales, según la zona del cuerpo a tratar. Luego, se crea un vacío en la copa utilizando una fuente de succión. Algunos terapeutas utilizan una bomba manual, mientras que otros optan por el método de calor.

3. Aplicación de las Copas

Una vez que las copas están listas, se aplican sobre la piel en las áreas específicas que se desean tratar. Las copas se mantienen en su lugar durante un período de tiempo determinado, generalmente de 5 a 15 minutos. A medida que el vacío succiona la piel hacia adentro, es común experimentar una sensación de tirantez y presión.

4. Retirada de las Copas

Al final de la sesión, las copas se retiran cuidadosamente y se aplica aceite o loción en la piel para facilitar su deslizamiento. Algunos terapeutas pueden realizar un masaje después de retirar las copas para maximizar los beneficios terapéuticos.

Terapia de ventosas: la guía definitiva para aplicar ventosas

¿Qué tipos de ventosas existen?

Existen diferentes tipos de ventosas según el material, la forma y el método de succión que emplean. Algunos de los más habituales son:

  • Ventosas de vidrio: son las más tradicionales y se caracterizan por tener una forma esférica o cilíndrica con una abertura en la base. Se hacen el vacío mediante calor, introduciendo un algodón o un papel impregnado en alcohol y prendido fuego dentro de la ventosa y retirándolo rápidamente antes de colocarla sobre la piel. El cambio de temperatura provoca la succión. Son ventajas que son duraderas, transparentes y fáciles de limpiar. Sus inconvenientes son que pueden romperse, quemar o provocar ampollas si se aplica demasiado calor.
  • Ventosas de plástico: son las más modernas y se caracterizan por tener una forma cilíndrica con una válvula o una bomba en la parte superior. Se hacen el vacío mediante succión, conectando la válvula o la bomba a la ventosa y extrayendo el aire manualmente hasta conseguir la presión deseada. Sus ventajas son que son ligeras, resistentes y permiten regular la intensidad de la succión. Sus inconvenientes son que pueden deformarse, perder el vacío o ser difíciles de esterilizar.
  • Ventosas de silicona: son las más flexibles y se caracterizan por tener una forma cónica con una abertura en la base. Se hacen el vacío mediante presión, apretando la ventosa con los dedos y colocándola sobre la piel. Al soltarla, se recupera su forma y se produce la succión. Sus ventajas son que son suaves, adaptables y fáciles de usar. Sus inconvenientes son que pueden deteriorarse, perder el vacío o ser difíciles de limpiar.
  • Ventosas electrónicas: son las más sofisticadas y se caracterizan por tener una forma cilíndrica con un cable en la parte superior. Se hacen el vacío mediante un dispositivo electrónico que se conecta a la ventosa y que permite controlar la presión, el tiempo y el ritmo de la succión. Sus ventajas son que son precisas, automáticas y versátiles. Sus inconvenientes son que son caras, complejas y dependientes de una fuente de energía.

¿Qué beneficios tiene la terapia de ventosas?

La terapia de ventosas tiene múltiples beneficios para la salud y el bienestar, siempre que se realice correctamente y bajo supervisión profesional. Algunos de los más destacados son:

  • Alivia el dolor muscular y articular: al mejorar la circulación, relajar los músculos, reducir la inflamación y liberar endorfinas, las ventosas pueden ayudar a aliviar el dolor causado por lesiones, contracturas, artritis, fibromialgia o lumbalgia, entre otras condiciones.
  • Mejora el aspecto de la piel: al estimular la producción de colágeno y elastina, las ventosas pueden ayudar a mejorar el aspecto de la piel, reduciendo las arrugas, las cicatrices, las estrías o las manchas. También pueden ayudar a combatir la celulitis, al romper los nódulos de grasa y facilitar su eliminación.
  • Favorece la eliminación de toxinas: al aumentar el flujo sanguíneo y linfático, las ventosas pueden ayudar a eliminar las toxinas que se acumulan en el organismo por factores como el estrés, la mala alimentación o el sedentarismo. Esto puede mejorar el funcionamiento del hígado, los riñones y el intestino, así como prevenir enfermedades.
  • Refuerza el sistema inmunológico: al facilitar el transporte de células y moléculas del sistema inmune por todo el cuerpo, las ventosas pueden ayudar a reforzar las defensas naturales contra agentes infecciosos o patógenos. Esto puede prevenir o tratar infecciones respiratorias, urinarias o cutáneas.
  • Mejora el estado de ánimo y el sueño: al equilibrar el sistema nervioso, las ventosas pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y el sueño, al reducir el estrés, la ansiedad, la depresión o el insomnio. También pueden ayudar a aumentar la energía y la vitalidad.

¿Qué riesgos tiene la terapia de ventosas?

La terapia de ventosas es una técnica segura y efectiva, siempre que se realice correctamente y bajo supervisión profesional. Sin embargo, como toda intervención sobre el cuerpo, puede tener algunos riesgos o efectos secundarios que hay que tener en cuenta. Algunos de ellos son:

  • Marcas circulares en la piel: es el efecto más común y visible de las ventosas. Se trata de unas marcas rojas o moradas que quedan en la piel donde se han aplicado las ventosas. Estas marcas no son hematomas ni indican daño en los tejidos, sino que son el resultado de la succión y la rotura de pequeños capilares. Suelen desaparecer en unos días y no requieren tratamiento específico.
  • Quemaduras o ampollas: son el efecto más grave y raro de las ventosas. Se pueden producir si se aplica demasiado calor o si se deja demasiado tiempo las ventosas sobre la piel. Pueden causar dolor, infección o cicatrices. Se deben tratar con cuidado y consultar con un médico si son severas.
  • Infecciones o alergias: son el efecto más infrecuente y evitable de las ventosas. Se pueden producir si se utiliza material no esterilizado o si se tiene una herida abierta en la zona tratada. También se pueden producir reacciones alérgicas al material de las ventosas o al aceite o crema que se utilice. Se deben limpiar bien las zonas afectadas y consultar con un médico si hay signos de infección o alergia.
  • Interacciones o contraindicaciones: son el efecto más importante y preventivo de las ventosas. Se deben tener en cuenta las posibles interacciones o contraindicaciones que puedan existir con otras terapias, medicamentos o condiciones médicas. Algunas de ellas son:
    • No se debe aplicar ventosas sobre zonas con heridas, quemaduras, eczemas, psoriasis, lunares, verrugas o tumores.
    • No se debe aplicar ventosas sobre zonas con implantes metálicos, marcapasos, desfibriladores o bombas de insulina.
    • No se debe aplicar ventosas sobre zonas con venas varicosas, trombosis, aneurismas o hemofilia.
    • No se debe aplicar ventosas sobre zonas con inflamación aguda, infección o fiebre.
    • No se debe aplicar ventosas sobre zonas con embarazo, menstruación o lactancia.
    • No se debe aplicar ventosas sobre zonas con enfermedades cardíacas, renales, hepáticas o neurológicas graves.
    • No se debe aplicar ventosas sin consultar con un médico si se tiene diabetes, hipertensión, anemia, cáncer o VIH.

Preguntas frecuentes sobre la terapia de ventosas

A continuación te respondemos a algunas de las preguntas más frecuentes que suelen surgir sobre la terapia de ventosas:

¿Qué se siente al recibir una terapia de ventosas?

La sensación que se siente al recibir una terapia de ventosas puede variar según la persona, el tipo de ventosa y la intensidad de la succión. En general, se siente una presión o tirón sobre la piel y el músculo que puede ser más o menos fuerte según el nivel de vacío. Algunas personas sienten calor, cosquilleo, hormigueo o picor en la zona tratada. Otras personas sienten relajación, alivio o placer. La terapia de ventosas no debe causar dolor ni molestia excesiva. Si esto ocurre, se debe avisar al terapeuta para que ajuste la presión o retire las ventosas.

¿Cuánto dura una sesión de terapia de ventosas?

La duración de una sesión de terapia de ventosas puede variar según el objetivo, el tipo de ventosa y el número de ventosas que se utilicen. En general, una sesión suele durar entre 15 y 30 minutos, aunque puede ser más corta o más larga según el caso. Se recomienda no exceder los 15 minutos por cada zona tratada para evitar efectos adversos. También se recomienda espaciar las sesiones entre 3 y 7 días para permitir la recuperación de la piel y el músculo.

¿Qué cuidados se deben tener después de una terapia de ventosas?

Los cuidados que se deben tener después de una terapia de ventosas son sencillos y básicos. Algunos de ellos son:

  • Beber abundante agua para facilitar la eliminación de toxinas y evitar la deshidratación.
  • Evitar el alcohol, el tabaco, el café y las comidas picantes o grasas que puedan irritar o inflamar la zona tratada.
  • Evitar la exposición al sol, el calor, el frío o el viento que puedan dañar o resecar la piel.
  • Aplicar crema hidratante o aceite natural sobre la piel para nutrirla y protegerla.
  • No rascar, frotar o masajear las marcas que quedan en la piel, ya que pueden empeorar o infectarse.
  • Consultar con un médico si se presentan signos de infección, alergia, quemadura o ampolla.

¿La Terapia de Ventosas es Dolorosa?

La terapia de ventosas generalmente no es dolorosa. Durante la aplicación de las copas, es posible sentir una sensación de tirantez y presión a medida que la piel es succionada hacia adentro, pero esto no debería ser doloroso. Después de la sesión, es posible que queden marcas temporales en la piel, que pueden variar en color y duración, pero rara vez son dolorosas.

¿Hay Efectos Secundarios o Precauciones a Tomar en Cuenta?

Si bien la terapia de ventosas es generalmente segura, existen algunas precauciones que debes tener en cuenta. Por ejemplo, no se recomienda su uso en personas con piel sensible, quemaduras, heridas abiertas o condiciones de la piel inflamatorias. Además, es importante buscar a un terapeuta profesional con experiencia para evitar posibles efectos secundarios no deseados.

¿Cuántas Sesiones de Terapia de Ventosas Son Necesarias para Ver Resultados?

La cantidad de sesiones necesarias para ver resultados varía según la persona y la condición que se esté tratando. Algunas personas pueden experimentar alivio después de una sola sesión, mientras que otras pueden requerir varias sesiones para obtener beneficios a largo plazo. Consulta con tu terapeuta para determinar un plan de tratamiento adecuado.

Conclusión

La terapia de ventosas es una técnica milenaria que tiene múltiples beneficios para la salud y el bienestar. Al aplicar unas copas o recipientes sobre la piel, se crea un efecto de vacío que succiona la superficie cutánea y parte del tejido muscular. Esto mejora la circulación sanguínea, relaja los músculos, alivia el dolor, estimula el sistema inmunológico y equilibra el sistema nervioso.

La terapia de ventosas se puede realizar de diferentes formas según el tipo de ventosa que se utilice y el objetivo que se persiga. Existen ventosas de vidrio, plástico, silicona o electrónicas que se hacen el vacío mediante calor, succión o presión. Se pueden aplicar ventosas fijas, móviles, intermitentes o sangrantes según la zona y el tiempo que se quiera tratar.

La terapia de ventosas es una técnica segura y efectiva, siempre que se realice correctamente y bajo supervisión profesional. Sin embargo, como toda intervención sobre el cuerpo, puede tener algunos riesgos o efectos secundarios que hay que tener en cuenta. Algunos de ellos son marcas circulares en la piel, quemaduras o ampollas, infecciones o alergias e interacciones o contraindicaciones con otras terapias, medicamentos o condiciones médicas.

Esperamos que este artículo te haya servido para conocer mejor la terapia de ventosas y sus beneficios. Si te ha gustado, compártelo con tus amigos y familiares. Y si tienes alguna duda o comentario, déjanoslo abajo. Estaremos encantados de responderte.

Referencias

Libros:

  1. «Cupping Therapy: An Essential Guide to Cupping Therapy, How it Works, and Its Benefits» de Mark Evans.
  2. «The Complete Guide to Cupping Therapy: Your Ultimate Guide to Lose Weight, Relieve Pain, Improve Health, Detoxify, and Feel Great!» de Shannon Smith.
  3. «Traditional Chinese Medicine Cupping Therapy» de Ilkay Chirali.

Sitios Web:

  1. National Center for Complementary and Integrative Health (NCCIH) (https://www.nccih.nih.gov/): Este sitio proporciona información confiable sobre terapias alternativas, incluida la terapia de ventosas, respaldada por investigaciones científicas.
  2. WebMD (https://www.webmd.com/): WebMD ofrece artículos y recursos médicos que pueden ayudarte a entender mejor la terapia de ventosas y su eficacia.
  3. Mayo Clinic (https://www.mayoclinic.org/): Mayo Clinic es una fuente confiable de información médica que puede proporcionarte detalles sobre la aplicación segura de la terapia de ventosas y sus posibles beneficios.
  4. PubMed (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/): Esta base de datos de investigación médica ofrece estudios científicos y revisiones sistemáticas sobre la terapia de ventosas que pueden respaldar tu artículo con evidencia científica.
  5. The International Cupping Therapy Association (ICTA) (https://cuppingtherapy.org/): El ICTA es una organización que se dedica a promover y educar sobre la terapia de ventosas. Su sitio web ofrece recursos y capacitación sobre la técnica.
  6. Cochrane Library (https://www.cochranelibrary.com/): Cochrane es conocido por sus revisiones sistemáticas y metaanálisis en el campo de la medicina. Puedes buscar revisiones sobre la terapia de ventosas para obtener información actualizada.

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